Con tantos aspectos de la vida en constante cambio, puede parecer imposible ahorrar dinero y lograr cualquier forma de estabilidad financiera. Pero teniendo unos objetivos claros y algo de autodisciplina, podrás ahorrar dinero para tu futuro. Te contamos cómo:
1. Crea un presupuesto
Una casa no se puede empezar a construir por el tejado. Del mismo modo, no puedes esperar administrar bien tus finanzas ni lograr tus objetivos sin tener un plan. Al crear un presupuesto, tendrás una idea clara de cuánto dinero ingresas y en qué lo gastas.
La clave para crear un presupuesto que puedas cumplir es asegurarte de que sea realista y se amolde a tus circunstancias. En tu presupuesto debes registrar todos tus gastos e ingresos mensuales.
Además, no olvides incluir tu objetivo de ahorro mensual. Esto es muy importante ya que, el ahorro también requiere de planificación. Difícilmente cumplirás tus objetivos de ahorro sino lo planificas con anticipación o si, simplemente, ahorras lo que no gastas a final de mes.
Por otro lado, no olvides crear un colchón de seguridad que te permita desembolsar dinero no presupuestado en caso de ocurrir algún imprevisto. Aunque tus obligaciones no serán las mismas ahora que dentro de unos años (¡lo que nos pasa a todos!), siempre es bueno estar preparado.
2. Automatiza tus ahorros
Si estás empezando a ahorrar y te cuesta crear el hábito, automatizar tus ahorros puede ayudarte. Hay muchas formas de hacerlo:
Una forma muy sencilla es crear una transferencia automática a una otra cuenta de ahorro a tu nombre a principio de cada mes (o cuando cobres tus ingresos). No tener el dinero en tu cuenta habitual evitará que lo gastes. Si nunca has ahorrado, puedes comenzar con una pequeña cantidad de ahorro mensual (5% o 10% de tus ingresos) para coger el hábito. Aunque no te parezca mucho, hará la diferencia.
Otra opción es recurrir a aplicaciones que ahorran por ti cada vez que realices una compra mediante el ahorro por redondeo. Te dejamos algunas:
3. Empieza a invertir
Si nunca has invertido, bien porque no te gustan las finanzas o simplemente porque no tienes tiempo para ponerte con ello, lo mejor es buscar ayuda. Hoy en día, hay varias plataformas que lo pueden hacer por ti.
Si estás pensando en comprarte un coche dentro de dos años, o tomarte un año sabático el próximo año, carece de sentido que lo inviertas. Pero todo lo que sea a un plazo mayor que esto, te recomendamos que lo inviertas. Dejar todo tu dinero en efectivo hará que termines perdiendo dinero.
¿Porqué invertir a mis 20?
Esta es la mejor edad para empezar a invertir, te explicamos: a tus 23, 26, 29 años tienes un amplio horizonte temporal lo que te permite invertir mayor cantidad de dinero en renta variable, esto quiere decir más rentabilidad.. Además, en el largo plazo el interés compuesto tiene un gran efecto.
Por ejemplo si tu objetivo es tener un patrimonio de 152.000 euros en el momento de tu jubilación para así tener un complemento a la jubilación de 500 euros al mes, existe una gran diferencia entre el esfuerzo de ahorro que tendrás que realizar si empiezas a invertir para ello a tus 25 o si comienzas con 40 años:
A tus 25: solo tendrás que aportar 150€/mes.
A tus 40: la aportación necesaria será de 645€/mes.
*Datos calculados a una rentabilidad media anual del 3%
Ahorra para la entrada de tu nueva casa
Si ya tienes claro cuál es la casa de tus sueños, es momento de estar preparado financieramente para poder acceder a ella. Te dejamos una lista con todos los gastos a tener en cuenta antes de comprar una casa:
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- Aunque hay hipotecas al 100%, la mayoría de los bancos te prestan el 80% del valor de la vivienda. Por ello, debes tener ahorrado el 20% de la hipoteca para la proporcionar la entrada de la casa.
- Impuestos
Vivienda nueva:
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- IVA del 10%
- Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), con una valor entre 0,1% y 1%, dependiendo de la comunidad autónoma.
Vivienda en segunda mano:
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, con una valor entre 5% y 10%, dependiendo de la comunidad autónoma.
- Otros gastos
- Gastos de notaría, lo normal es que varíen de 0,1% y 0,5%
- Gastos de registro, la hoja simple alrededor de 20€ y la inscripción de la escritura alrededor de 160€
- Honorarios de la gestoría, en caso de contratar el servicio
- Comisión inmobiliaria, si lo haces a través de una inmobiliaria.
- Gastos asociados a la hipoteca
- Tasación de la casa
- Escritura de la hipoteca
- Inscripción registral de la hipoteca
- Seguros
Comprar una casa es un gran paso y no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Una vez que hayas decidido comprarte una casa, comienza a ahorrar para el pago inicial de tu casa. Investiga si puedes conseguir una hipoteca que requiera de un pago inicial menor o que tenga unos intereses mejores. No te conformes con la primera hipoteca que te ofrezcan.
Empieza a pensar en tu jubilación
Este es el mejor momento para que empieces a ahorrar para tu jubilación. Aunque aún queden 40 años o más para jubilarte, debes comenzar a pensar a largo plazo. Empezar pronto puede producirte algo de rechazo, pero solo de esta forma podrás conseguir un patrimonio que te permita disfrutar de tu jubilación con menos esfuerzo; ahorrando e invirtiendo menos dinero.
Ahorrando 100€ al mes, durante 40 años (hasta el momento de tu jubilación), a una tasa de interés del 5%, obtendrás un patrimonio de 152.207’72 euros que podrás disfrutar durante tu jubilación.Pero, incluso, si sólo puedes ahorrar 30 euros al mes también te recomendamos que lo inviertas. Invertir 30 euros al mes durante 40 años, con una rentabilidad media de 5%, generará un patrimonio de 45.662’31 euros.
Mantén la motivación
Para evitar que abandones a las dos semanas, será muy importante que mantengas la motivación, para ello, se recomienda tener unos objetivos claros y un plan de acción bien definido.
Para que te resulte más sencillo puedes dejarte asesorar por un asistente digital de planificación financiera como Finsei, por ejemplo, que no solo te ayuda a definir tus objetivos financieros y crear tu plan de acción según tu edad, sino que también te ayuda a mantenerte en el camino para alcanzar esos objetivos en un marco de tiempo realista.