Cuando eres joven, la jubilación parece tan lejana que casi no parece real. De hecho, muchas personas toman esto como excusa para no ahorrar pues, piensan que aún tienen mucho tiempo para hacerlo.
Pero debes saber que el tiempo es imprescindible para poder obtener un patrimonio que te permita disfrutar plenamente de tu jubilación. Según pasa el tiempo tu horizonte temporal disminuye lo que significa: más riesgo y menos rentabilidad.
Antes que nada: Planifica tus finanzas
La planificación financiera es una proyección de tus ingresos, gastos y ahorros futuros. Para realizar este plan debes saber dónde estás ahora mismo, dónde quieres llegar y qué camino vas a tomar.
Define tus circunstancias personales, familiares, patrimoniales y económicas actuales para saber dónde te encuentras actualmente: tu edad, tus ingresos y gastos, etc.
¿Dónde quieres llegar? ¿Que cantidad te gustaría tener al mes? ¿A qué edad planeas jubilarte? A pesar de que, la edad legal para jubilarse sea los 67 años, con una buena planificación y tiempo podrás jubilarte incluso antes. ¿Cómo y dónde planeas vivir después de jubilarte? No es lo mismo jubilarte en Almería que en Barcelona, ya que, el coste de vida es muy diferente.
En cuanto a el camino se refiere al conjunto de acciones que vas a tomar para conseguir tus objetivos.
1. La magia del interés compuesto.
La magia del interés compuesto sucede al acumularse los intereses que se han generado en un periodo de tiempo determinado de forma que, dichos intereses también generan intereses produciéndose un efecto multiplicador.
Este término puede resultar algo complicado pero con el siguiente ejemplo lo entenderás fácilmente: supongamos que inviertes 1.000 euros en un bono a largo plazo que genera un 3% de interés anual. Al final del primer año, tu inversión habrá crecido en 30 euros (3% de 1.000 euros). Por lo tanto, a final del primer año tendrás 1.030 euros.
Sin embargo, en el segundo año los interés se calcularán sobre los 1.030 euros del primer año, no sobre tu inversión inicial. Así, obtendrás un 3% de 1.030 euros, lo que significa que tu inversión crecerá en 30’90 euros. Un poco más.
A lo largo del tiempo, este efecto se multiplicará, de forma que los 1.000 euros al cabo de 40 años se convertirán en 3.262’04 euros.
2. El poder del tiempo.
Para que este efecto “bola de nieve” produzca resultados notables es necesario que inviertas tu dinero durante un largo periodo de tiempo.
Como puedes ver en la tabla, en un horizonte de 10 años el efecto del interés compuesto es mínimo; por eso, empieza lo antes posible a invertir.
Consideremos dos escenarios para comprender la importancia que tiene el tiempo en tus inversiones:
Juan, una persona inquieta y que se preocupa por su futuro, decide comenzar a invertir en el mercado a sus 27 años, 100 euros al mes con un un rendimiento del 7% al año.
Por otro lado, Antonio, con la misma edad, empieza a invertir a los 57 años ya que nunca se ha preocupado por su futuro. Pero se da cuenta que con 100 euros al mes no va a poder conseguir el dinero que necesita así que decide invertir 1.000 euros al mes, obteniendo la misma rentabilidad que Juan, un 7% anual de media.
En total, Juan hizo el esfuerzo de ahorrar e invertir 48.000 euros mientras y Antonio un total de 121.000 euros.
¿Quién tendrá más dinero ahorrado en el momento de su jubilación (a los 67 años)?
Como puedes ver, pese a que Antonio ha tenido que hacer bastante más esfuerzo y ahorrar mucho más que Juan, en el momento de su jubilación Antonio tendrá un capital acumulado de 167,764 euros, mientras que, Juan tendrá un patrimonio de 241,059 euros, ¡una diferencia de 73.200 euros!
En resumen: Juan, con menos esfuerzo, ahorrando mucho menos, consigue un complemento a su jubilación mucho mayor que Antonio tan sólo por el hecho que haya empezado a ahorrar e invertir mucho antes!
Por lo tanto, suponiendo que ambos viven hasta los 97 años, Juan disfrutará de un complemento a la jubilación de 670 euros al mes, mientras que, Antonio sólo dispondrá de 466 euros al mes.
En este ejemplo hablamos de ahorrar 100 euros. Imagina que lo haces con 200 euros. El saldo acumulado después de 40 años, con una tasa media del 7% llegaría a 482,119 euros. Es más, lo normal es que a lo largo de tu vida, aumente tu capacidad de ahorro, así que el efecto se multiplicaría.
Volvemos a reiterar, “el poder del tiempo”: cuanto antes empieces, ¡menos esfuerzo tendrás que hacer!
3. La importancia de invertir
En cualquier caso, estos escenarios descritos sólo serán posibles en el caso de que inviertas tu dinero, puesto que sin inversión los números serían totalmente diferentes, por esto, es muy importante que no solo ahorres sino que inviertas tus ahorros.
Si ahorras la misma cantidad que Juan, 100 euros al mes, durante el mismo tiempo jamás conseguirás 241.059 euros. Si dejas tu dinero en tu cuenta corriente o en una hucha cuando la abras al cabo de 40 años sólo tendrás 48.000 euros. Pero tienes que tener en cuenta que estos 48.000 euros, en 40 años, valdrán menos de la mitad debido al efecto de la inflación. Por lo que, no tendrás 48.000 euros si no que tendrás muchísimo menos dinero.
¡Ponte en marcha cuanto antes y empieza a invertir!